Tisha Johnson, jefa de diseño de Slate Auto: “Los coches se han encarecido tanto que buena parte de los hogares no pueden permitirse ni uno de segunda mano”

Hablar de Slate Auto no es hablar de una startup de coches eléctricos cualquiera. Cuando detrás de ti está Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo y propietario de Amazon, es que la cosa va muy en serio. Y por eso las novedades de la joven compañía se reciben en Estados Unidos (y en todo el mundo) como agua de mayo, esperando que ese santo grial que es el coche eléctrico ‘bueno, bonito y barato’ se convierta en realidad. Por eso escuchar a Tisha Johnson, jefa de diseño del proyecto, es echar un vistazo al futuro: “Creo que, como diseñadora, debo impactar a la sociedad con las habilidades que tengo disponibles”, aseguró en el último Car Design Event de Múnich en palabras recogidas por Motortrend.
Un impacto que se aprecia desde sus inicios en el mundo del diseño. Su tesis doctoral ya hablaba de crear un vehículo funcional y asequible: “Hace 25 años había gente que no podía conseguir transporte personal propio, y eso me causó mucha frustración”, desveló la diseñadora. Poco después fichó por Volvo, donde estuvo un total de 17 años. Pero Johnson sentía que algo no funcionaba, ya que la compañía cada vez se adentraba más en el segmento premium. El paso a Slate Auto, la camioneta eléctrica asequible 100% estadounidense (como a Trump le gusta) y modulable, estaba cantado: “Pensamos mucho en quienes no pueden permitirse un coche”, aseguró durante el coloquio.
Unas palabras sobre las que volvió a insistir, ya que son la base de Slate Auto: “La mayoría de la gente no puede permitirse comprar un coche nuevo. De hecho, los coches se han encarecido tanto que la mayoría de los hogares que gastan responsablemente no pueden permitirse un coche usado”, puntualizó. Tisha Johnson cree también que la Slate, además de barata, es deseable: “Queríamos asegurarnos de que el coche en sí mismo transmitiera orgullo y dignidad a la gente”, reveló.
Lee tambiénY la verdad es que el trabajo de diseño de Slate Auto es sencillo, pero a la vez limpio, efectivo y bonito. Al ser modulable, las opciones de personalización son casi infinitas -incluso una vez comprada-, lo cual añade un plus al conjunto. Aunque claro, a más personalización, más coste. Pero incluso eso tampoco será caro. Por ejemplo, la carrocería es de un solo color y si quieres otro, se puede adherir un vinilo en minutos: “Cuando la camioneta sale de la línea de producción, se vuelve infinitamente personal. Nuestra prioridad era crear un vehículo que la gente adorara”, sentencia Tisha Johnson.
Por ahora, habrá que esperar a 2026 para dejar de ver renders y maquetas. Slate Auto ya acepta pedidos, aunque de momento solo en EEUU. Habrá que esperar para ver si el producto triunfa y ‘cruza el charco’ a pesar de Donald Trump. De momento, por aquí seguiremos soñando con la camioneta eléctrica de 20.000 dólares y contemplaremos otras alternativas eléctricas económicas.
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